martes, 8 de febrero de 2011

Una virus que me gustaría contagiarte



El día comienza; te levantas, te vestís, desayunas y salís al mundo. Aquel mundo donde parece que nada ha cambiado, todo sigue igual. Es aburrido por donde lo mires, desmotivador en todo sentido. Pero, ¡pero! solo necesitas una sola cosa para que todo ese mal humor y desgano cambie.


Se te acerca alguien, conocido o desconocido, no importa para que, y solo tiene que decirte con una mirada feliz y con buena cara: Que sos GENIAL, QUE TE QUIERE, QUE TE AMA, o simplemente que eres IMPORTANTE.  Entonces, el día ha cambiado. Repentinamente eso que habías dejado la noche anterior sobre la mesa de luz, hablo de la sonrisa, vuelve a aparecer en tu cara. Y aunque parezca ilógico y con poco sentido comienza una linda epidemia. Una cadena de contagio y no es un virus malo, para nada, es una enfermedad que reactiva el espíritu y alegra el corazón, es la FELICIDAD. Eso no se vende en el super chino de la esquina, ni mucho menos en las farmacias de turno. ESO SE CONTAGIA. 

Solo tiene que haber un portador, para que pronto y en muy poco tiempo tu entorno este infectado. Pero OJO!, no es una enfermedad que dure mucho. Siempre van a aparecer personas que son inmunes a esto. No importa, lo que realmente importa es que nunca dejes de intentar contagiar a esas personas. 

Puede que llegue el momento en que bajes los brazos y termines resignándote a dejar de luchar contra aquella persona inmune a ser FELIZ. Lo importante es no contraer aquella inmunidad. Si eso sucediera, quédense tranquilos, existe una cura, que con pequeñas dosis soluciona el problema. 

La "vacuna" contra esa inmunidad es simple de conseguir y no cuesta nada. Se llama RISA y se consigue RIENDO. Entonce, la cadena de contagio comienza nuevamente. Esta vez sos vos el portador/ar y tenes la obligación de trasmitirlo. 

Así que te propongo, que si sos portador de esta enfermedad, no dudes en contagiarme y contagiar al resto de tu entorno.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario